jueves, 16 de febrero de 2012

18/02/2012

ESQUIVEL CAZARES JAVIER ANDONI

La Europa del siglo XIX

El siglo XIX fue uno de los siglos más importantes para la cultura occidental. Los años 1815 a 1914 significaron una gran mejoría para Europa, se crearon empresas por lo que el capital aumentaba.

La población al tener condiciones más agradables comenzó con un crecimiento, asimismo las fábricas. Las tecnologías hicieron que la industria fuera más productiva. Se calculo que la población europea en 1815 fue de 200.000.000 la escaza población debido a la caída de Napoleón y por la primera Guerra Mundial, puntos que van de 1815 a 1914 representaron prosperidad, por tanto las generaciones venideras gozaron de mayores comodidades, riquezas y oportunidades de crecimiento económico. Por otra parte la conexión con el viejo mundo se acorto y las colonias se transformaban en repúblicas.

El siglo XIX fue la gran era de expansión europea. Previamente de que finalizara este siglo los pueblos de Europa dominaban el mundo. La reconstrucción política del continente era una preocupación primordial para los gobiernos de Austria, Rusia y Prusia.

Al igual que Austria, Prusia recuperó en Viena el prestigio perdido y el regateo territorial sumó parte de Sajonia y toda la Pomerania sueca a las posesiones de los Hohenzollern.

Cuando las tres potencias votaron en favor de la intervención en España, Inglaterra se negó en cooperar. Al reanudar Inglaterra su política tradicional de aislamiento el sistema del congreso quedó eliminado.

El congreso de la paz había sido llamado para dividir entre los victoriosos el despojos del vencido. El congreso de los Estados Unidos no ratificó la declaración por el momento y las potencias europeas hicieron como si la hicieran menos.

La aparición de sociedades desde Boston hasta Buenos Aires da a entender que los americanos cultos habían leído un Heródoto con tanto entusiasmo como sus vecinos europeos.

El liderato económico ingles después de 1815 aumentó las dificultades con que se enfrentaron los demás grupos de hombres de negocios europeos. La revolución había limpiado el terreno, emancipado a la burguesía y abolido los aranceles internos y las obstrucciones burocráticas.

Las principales corrientes intelectuales de la era de la restauración estuvieron enturbiadas por radicales cambios y una desilusión ampliamente difundida. Los pueblos de Europa tenían que aprender de nuevo a depositar su confianza en los príncipes.

El pensador más influyente de la época fue George Wilhelm Friedrich Hegel que concibió una síntesis de ideas que sirvió tanto a radicales como a reaccionarios de arsenal de argumentos.

Los gobiernos austriaco, ruso y prusiano no podían permitirse avanzar por la Europa accidental donde los liberales habían capturado y sostenido un terreno importante en el periodo de 1830- 1832.El sistema político de las monarquías europeas. La doctrina Monroe se transformo en la pieza clave de la política exterior de los norteamericanos porque la respaldó el poderío de la flota inglesa.

El papa Gregorio XVI condenó sus enseñanzas desafiando la censura papal que en lo sucesivo llevó a cabo sus esfuerzos reformadores fuera de la iglesia.

Al otro lado del Atlántico el principio de que los gobiernos derivan sus poderes legítimos del consentimiento de ellos gobernados había quedado firmemente establecido desde 1815.

Los franceses ya no eran gran nación después de Waterloo, eran un pueblo derrotado que llevaba a cuestas una monarquía impopular. Las clases medias no confiaban de la restaurada dinastía borbónica y trataban de conservarla y ampliar las ventajas legales y políticas que les había dado la Revolución.

Durante el periodo de la Restauración tanto la derecha como la izquierda se aferraron en la oposición y maniobraron para sacar ventajas en una tregua que nadie la tomaba en serio.

Carlos X quebranto este compromiso de la restauración al negarse a desempeñar el limitado papel de monarca constitucional. Esta violación del oficio constitucional provocó la inmediata insurrección contra la que el rey no se había prevenido.

La Revolución francesa de 1830 fue mas una revolución que una confirmación de la carta constitucional de 1814. La cauta política exterior de la monarquía de Julio decepcionó a los republicanos y a los chauvinistas franceses.

Los gobiernos de Austria, Prusia y Rusia llamaron a sus representantes en Madrid en tanto que Francia e Inglaterra concentraron una cuádruple alianza con España y Portugal para preservar las reformas constitucionales.

La ley de reforma de 1832 reflejó las disímbolas de los grupos que habían conseguido su promulgación. Se lanzaron distintas leyes para reforzar el sufragio de manera semejante en Escocia y en Irlanda pero no se establecieron distritos electorales iguales ni se previnieron futuros desplazamientos de población.

En los territorios de Habsburgo existían pocos órganos a través de los cuales pudieran expresarse legítimamente. En Berlín las funciones del gobierno mostraron más capacidad y energía porque se le había entrenado en el famoso sistema prusiano.

Las repúblicas de la América Latina interesaron a los europeos contemporáneos en grado mucho menor que el experimento anglo-norteamericano de democracia.

La revolución que se produjo en los transportes y las comunicaciones, además de la introducción del vapor y la electricidad dio un irresistible impulso a la expansión del siglo XIX al equiparla con nuevos nervios y tendones.

El siglo XIX merece ser considerado como la primera centuria de la edad científica. La meta de la ciencia era salvar los abismos que existían en el conocimiento humano y avanzar hacia aquella síntesis en que coinciden los contrarios.

Las artes, sobre todo la literatura también tuvieron grandes avances con la llegada del romanticismo. Hacia mediados del siglo XIX cada literatura del mundo occidental había sentido el influjo del Romanticismo, aunque Francia, Alemania e Inglaterra fueron los focos principales del movimiento.

La construcción adoptada el 27 de marzo de 1849 propuso la creación de un Reich Federal con un parlamento nacional presidido por un emperador hereditario d ellos alemanes y se eligió para este cargo a Federico Guillermo IV de Prusia.

La liga comunista fue desbanda a por la reacción posterior a 1848. Al parecer el manifiesto comunista comenzó el ocaso del socialismo utópico.

La segunda república francesa no podía seguir una firme política extranjera porque era un régimen provisional y los ingleses eran un ejército que no podían presionar a las potencias europeas orientales.

En México durante estos años fue influido por la guerra civil contemporánea de los Estados Unidos. Entre 1848 y 1867 en América como en Europa el movimiento hacia la creación de naciones apareció y reapareció como la tendencia política dominante del periodo.

En el ámbito económico la industria sustituyó a la agricultura en actividad económica del mundo occidental y los habitantes de la ciudad sobrepasaron en número y en votaciones a la población rural.

El mapa europeo cambio cuando Alemania e Italia se volvieron estados nacionales. El panorama de la segunda mitad del siglo XIX resalta en 1867 con el declive del antiguo ideal federal y la crisis diplomática. Dio más importancia a la filosofía positivista y el arte realista sobre los sacerdotes y simples filósofos.

En el verano de 1870 las Cortes españolas invitaron al príncipe alemán Leopoldo a ocupar el trono de París, después de la expulsión de la Reina Isabel II. La llegada al trono del príncipe alemán causó descontento. El embajador francés insistió en que el príncipe debía rechazar la oferta aun si se desataba una guerra.

La guerra franco-prusiana duró seis meses y fue una derrota humillante para los franceses. El gobierno encabezado por Víctor Manuel aprovechó la retirada de las tropas francesas de Roma para sitiar la ciudad.

La corte fue neutral con Prusia. En Londres, el gabinete liberal decidió respetar la neutralidad de Bélgica. Las nuevas tropas de Sedán derrocaron al segundo imperio. En parís los republicanos proclamaron un gobierno de defensa nacional. Fuerzas alemanas rodearon París y a las dos semanas la ciudad se rindió obligada por el hambre.

Después de 1867 las cuatro naciones más fuertes (Austria, Prusia, Rusia y Francia) se debilitaron y cedieron La unificación de Italia constituía una gran quinta potencia y la Confederación del Norte de Alemania duplico la fuerza de Prusia. La Confederación del Norte de Alemania cambió su cede militar y diplomática de París a Berlín.

La tercera república francesa pudo sobrevivir durante cinco años, sin embargo los monárquicos no se pusieron de acuerdo para mantener el poder y en 1876.

A fines del siglo XIX la industria mecanizada constituyó la principal fuerza creadora de la civilización occidental. La producción de máquinas aumento y trabajaba a su máxima capacidad para producir materiales de bajo costo y estandarizados. La explotación desmedida y los mercados en constante crecimiento lanzaron a las potencias industriales hacia una nueva campaña de imperialismo colonial.

Estados Unidos había tomado ventaja en la carrera, los recursos y el equipo industrial categorizaba a esta nación como superpotencia, mientras que Francia, Rusia e Italia eran grandes potencias pero no a este nivel. En una categoría más inferior se tenían contemplado a China, Bélgica y Japón.

BIBLIOGRAFIA

Bruun, Geoffrey, La Europa del siglo XIX (1815-1914), 2005, FCE

No hay comentarios:

Publicar un comentario