lunes, 6 de febrero de 2012

europa

Mendoza Rodríguez Stephanie
Europa en el siglo XVII
3 de febrero del 2012


A lo lago del siguiente texto se hablara de los cambios sociales, políticos, geográficos y económicos que sufrió Europa a lo largo del siglo XVIII, en algunas situaciones estos cambios dieron paso a una mejor vida para la sociedad como es el caso de Francia el cual era considerada una de las ciudades mas avanzadas en aquel entonces aun con algunas derrotas en la guerra.
A lo largo del texto Europa en el siglo XVIII, Escrito por M.S. Anderson describe este continente como uno con gente conservadora, en donde la iglesia y los gobernantes no tenían que ser cuestionados y si de ceder el poder se trataba la herencia era lo mejor.
En realidad en ese momento la democracia ni siquiera era conocida bastaba con ser el hijo del rey o de la autoridad máxima para aspirar a tener un gran puesto en la política. Me atrevo a compáralo con la actualidad de México tal vez no es por herencia que se elije al presidente pero si es requisito ser su amigo para contar con su apoyo.
Si continuamos con las influencias encontraremos una de las más grandes y es la iglesia ya que a su insistente y hostil entremetimiento perjudico el avance económico, no solo este entremetimiento dio pie al desequilibrio económico, también la inflación de la moneda y lo inestable de su valor.
Si bien es cierto que no sólo sufría Francia ya que también lo hacia España ya que su administración y la política no estaban completas, en realidad la mayoría de los estados de occidente y oriente tenían problemas similares.


Se marcaban ciclos los cuales año tras año se repetían además que las demás ciudades las iban repitiendo y aunque la mayoría de las ciudades europeas podían explotar eficazmente los recursos con los que contaban, los factores como la desunión, el llamado mal gobierno y el sistema administrativo no lo permitían aun cuando el pueblo trabajara para lograrlo.
No todo en las era malo ni perjudicaba a la sociedad tal es el caso del ejercito el cual era bueno y estaba bien preparado, lo demostró en las diversas guerras aun cuando demográficamente y económicamente el imperio siempre había tenido cierta debilidad y poca unión
Lamentablemente igual que en la actualidad la decadencia de la economía de un país o una ciudad repercutía directamente en la de Europa o su central económica, con recursos no desarrollados por falta de un crecimiento en la población.
Como en todo los lugares y situaciones siempre habrá grupos o sociedades que sobresalgan mas ya sea en la economía, la producción de bines o socialmente, pero no fue hasta el siglo XIX que las verdaderas potencias salieron a flote con una gran organización social política y económica que los diferenciaba de los demás.
Las potencias pensaban en grande en tener negocios internacionales aun cuando todo pudiera ser en un futuro, recurrían a la agricultura en una gran mayoría para contar con un sustento, eran los ríos y las rutas marinas las que le podían abrir las puertas al mercado internacional.
En cuanto a cuestiones morales y/o sociales se habla de que las mujeres no podían ser llamadas a un nivel igualitario que el de los hombres en algún sector de la vida, además de que era inconcebible hablar de boda cuando las clases sociales diferían en la pareja.



Los cambios sucedían de una manera muy lenta y con el permiso o consentimiento de la nobleza ya que eran ellos los que decidían cual seria el verdadero bienestar o la conveniencia de sus ciudadanos sobre todo cuando eran personas con un alto nivel económico.
La sociedad estaba jerarquizada en grupos pequeños y aunque la idea era que todos los ciudadanos deberían de ser iguales ante los ojos de la ley y así disfrutar de los mismos derechos al igual de cumplir como todos con las mismas obligaciones.
En realidad aun cuando en la actualidad la comunidad europea este sufriendo una crisis económica a partir del siglo XIX se caracterizo por tener una solidez financiera, tuvieron que pasar por guerras externas e internas para lograrlo.
La sociedad tubo que abrir su mente para poder aceptar muchas situaciones que no estaban permitida desde las relaciones entre personas de distintas clases hasta aceptar que la mujer podría realizar actividades masculinas.




• Bibliografía
M.S. Anderson, (1996), La Europa en el siglo XVIII (1713-1789), México, editorial Fondo de Cultura Económica, pp. 7-131.

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