jueves, 15 de marzo de 2012

Díaz Robles Maritza. Las Transformaciones de Europa del siglo XVIII al XX

Las Transformaciones de Europa del siglo XVIII al XX
Para comprender los sucesos que acontecen en la actualidad, es necesario analizar y comprender lo que ocurrió siglos atrás cuando apenas se concretaban la repartición de territorios entre las potencias mundiales. La influencia del desarrollo y avance de las ciencias y las tecnologías.
La metamorfosis que sufrió la sociedad al abandonar las explicaciones basadas en las teorías divinas y emprender una búsqueda que explicara por medio de la razón o de la experiencia los fenómenos naturales y sociales, como en el Siglo de las Luces, donde además se dio un movimiento intelectual: los hombres se atrevieron a pensar y plasmar sus ideas y sentimientos en libros, pinturas, música, etc.
Por otro lado, el descubrimiento de la electricidad, la creación de artefactos como la máquina de vapor, los automóviles, el radio, el telégrafo, el teléfono, entre otros permitieron un rápido desarrollo de las industrias: se generó nuevas fuentes de empleo, se dio el aumento del comercio y se optimizó la calidad de vida en varios aspectos.
 El promedio de vida aumentó gracias a la mejora de las condiciones higiénicas y de salud, por lo tanto, hubo un crecimiento demográfico, una disminución de mortalidad, la mayoría de los ciudadanos tenían acceso a las comodidades y a las riquezas, se difundió el arte y los medios para la comunicación como la prensa y el radio.
Asimismo, es importante conocer los antecedentes, causas y consecuencias de las guerras, porque en parte determinaron la formación del mundo actual, así como la colocación de ciertos países en ventaja sobre los demás, los acontecimientos económicos, políticos, sociales, culturales e ideológicos de siglos anteriores -XVIII, XIX y del XX- más que legados o fechas históricas, han influenciado a los sucesos actuales y sirven como ejemplo para no cometer el mismo error dos veces.


Los hechos históricos ocurridos a partir del siglo XVIII al XX han marcado la evolución del ser humano, así como el desarrollo de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, la creación de nuevas tecnologías, la búsqueda de nuevas formas de comunicarse para que todos los países puedan estar en contacto con el mundo entero sin importar el tiempo, forma o distancia.
Por otro lado, la constante inconformidad y deseos de poder pareciera que son elementos innatos en el ser humano, porque prácticamente todas las guerras fueron porque los reyes, zares, líderes, presidentes o el nombre que fuese, sólo querían gozar de un triunfo en el que se otorgara el poder absoluto y el dominio sobre los demás.

El mismo deseo de ciertos países por querer gobernar y ser mejor que los demás, causaron una rápida y constante aceleración en la creación de inventos tecnológicos, de medios convencionales para la comunicación como el internet y las redes sociales donde la información es transmitida hacia más receptores los cuales puedan sentirse identificados no sólo por el empleo del mismo código, sino por el contexto.

La globalización convirtió a los medios para la comunicación en organizaciones e industrias que forman parte esencial en la vida del ser humano hasta volverlos dependientes e incluso a estar en constante perfeccionamiento de cómo manejar los medios para la comunicación para obtener más eficiencia y emplear menos energía, esto aseguraría comodidad y satisfacción como condición de bienestar.
Así como en todo, la tecnología tiene sus puntos a favor y sus puntos en contra. A favor porque permite la interacción de las personas sin importar el lugar en el que se encuentren y, a su vez, facilita la calidad de vida en el ser humano por la inmediatez en que se puede tener acceso a la información no sólo nacional sino también internacional.
A través del paso del tiempo junto al desarrollo de la tecnología, el hombre ha accedido a nuevos conocimientos, a ir más allá de la comunicación cara a cara al poder transmitir información a largas distancias y, sobre todo, a una supervivencia; el conocimiento, la información, la experiencia y las distintas formas de comunicación dieron pauta a que el mundo -aunque todavía desigual mundialmente- llegara a la era globalizada y en su mayoría capitalista.

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